Las vacaciones son sagradas para los ni?os y ni?as. Inciden en su felicidad m?s que cualquier juguete o capricho, como revel? una investigaci?n publicada en el 'Journal of Commercial Research'.Pero van mucho m?s all? de su alegr?a. "Son muy buenas para generar v?nculos entre la familia y para hacer grupos de amigos fuera de su entorno. Crear situaciones novedadosas ayuda en el desarrollo psicomotriz, emocional y en el aprendizaje", apunta la psic?loga sanitaria especialista en Perinatal e Infancia, Diana S?nchez.

Algunos peque?os se van al pueblo donde aprenden cuanto pueden con sus abuelos. Otros descubren un nuevo entorno en la mona?a o se lo pasan bien en la playa o viajando a un lugar nuevo con sus progenitores. En cualquier caso, salen de sus ambientes conocidos, lo que les ayuda a generar "m?s independencia y confianza". Pero no todos pueden acceder a eso. Espa?a también est? llena de ni?os y ni?as que, como Manolito Gafotas en las novelas de Elvira Lindo, se quedan en sus pueblos y ciudades durante todo el periodo estival.

En estos casos, la psic?loga también recomienda quitarles cargas. "Lo importante es que la familia, para compensar esta carencia de vacaciones, busquen alternativas para disfrutar del tiempo juntos, jueguen con los ni?os cuando est?n con ellos y hagan algo diferente que se salga de su rutina", indica. Es decir, que pasen un tiempo de calidad.

"Al final, lo m?s importante es que los ni?os reciban una atenci?n familiar especial, aunque durante esos d?as sea visitando cosas diferentes, haciendo alguna actividad con ellos que no suelan hacer juntos habitualmente o dej?ndoles elegir ese tipo de actividades", a?ade la psic?loga.

Los ni?os que no pueden salir de casa

El Instituto Nacional de Estad?stica (INE) mostraba que uno de cada tres menores de 18 a?os (el 34,1%) no puede irse ni una semana de vacaciones al a?o. Este miércoles, la ONG de infancia y educaci?n recordaba que este "porcentaje es una media que esconde importantes desigualdades": mientras que en los hogares con un mayor nivel de ingresos solo est? en esta situaci?n un 3,2% de los ni?os y ni?as, en los de renta m?s bajas alcanza el 63,5%, casi el doble de la media.

Esto quiere decir que los menores que viven en los hogares con m?s dificultades econ?micas tienen 20 veces menos posibilidades de ir una semana de vacaciones que los que pertenecen a los hogares m?s ricos.

En los hogares de rentas m?s bajas, hacer actividades se complica, como ya denunci? en varias ocasiones Educo. "Empezar el curso escolar sin haber desconectado en verano tiene consecuencias en el bienestar f?sico y emocional de la infancia. Maestros y maestras lo saben bien. Los ni?os y ni?as empiezan el curso m?s desanimados y ap?ticos, tan poco estimulados como lo han estado en los meses anteriores. A veces, est?n incluso m?s delgados. Se resienten también a nivel educativo, con menos ganas de aprender tras los meses de verano", describ?an en el informe 'Los derechos de la infancia no se van de vacaciones', presentado el pasado mes de junio.

El papel de los campamentos

En aquel momento, su directora general, Pilar Orenes, reinvidicaba en El Peri?dico de Espa?a el papel educativo que tienen los campamentos de verano a través del juego y de actividades culturalse con los que los ni?os siguen aprendiendo y evitan contextos que no son adecuados.

No todos los peque?os pueden acceder a ellos. Por eso ped?an el apoyo de ayuntamientos y comunidades aut?nomas a entidades sociales, que son las que suelen desarrollar campamentos y colonias. "Si en verano no tienen alternativas de ocio y tiempo libre grautitas, en muchos hogares pasan mucho calor, igual est?n solos... No es el mejor contexto para que su desarrollo contin?e", se lamentaba Orenes.E

El problema de los ni?os que pasn mucho tiempo en las casas ya se vio en la pandemia. "Tenemos casos de menores que llegan a las consulta en los que normalmente vemos un desarrollo psicomotor no adecuado porque no hacen la actividad f?sica diaria m?nima. M?s all? del ejercicio, no juegan al aire libre, y el juego es s?per importante, sobre todo entre menores de siete a?os", indica Diana S?nchez. A esas edades, seg?n diversos estudios, m?s incluso que el aprendizaje escolar.



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